Se publicó en
Climántica TV el
video del seminario Energía y Sostenibilidad: pasado, presente y futuro en la sociedad del cambio climático, impartido el 30 de enero de 2010 por Bernardo Parajó, director de la Fundación Agencia Intermunicipal de la Energía de Vigo (FAIMEVI).
El ponente comenzó analizando la situación energética actual que nos lleva a problemas ambientales como el cambio climático. La preocupación por el ambiente dio lugar a cambios y a la aplicación de estrategias y normativas como la estrategia 20-20-20 que persigue la reducción de un 20% en las emisión de CO2, mejorar un 20% la eficiencia energética y producir un 20% de la energía mediante fuentes limpias.
Se nos plantean distintas cuestiones sobre el agotamiento de los recursos fósiles, sobre cómo se podrá capturar y almacenar el CO2 y también de donde se obtendrá la energía que sin lugar a dudas se necesitará en las próximas décadas. De todas maneras parece que de seguir consumiendo cómo lo hacemos tampoco las energías renovables podrán sustituir a los combustibles fósiles. Según las estimaciones de la agencia internacional de la energía la demanda energética mundial crecerá un 45% hasta 2030. Los países emergentes crecerán un 87%.
En la gráfica de la producción total de energía en España por fuentes de energía en 2008, destaca que sólo un 7,6% procede de renovables frente al 48% que procedería de productos petrolíferos. Si observamos la producción de energía eléctrica vemos como el porcentaje de las renovables sube hasta el 19,7%.
Las alternativas energéticas para la reducción del CO2 pasan por el ahorro energético y uso eficiente de la energía, uso de energías renovables, tecnologías limpias para la producción de energía y la protección de los bosques.
En el año 2007 el 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero fueron debidas a actividades energéticas por lo que energía y cambio climático están íntimamente relacionados.
Un tercio de la energía que se extrae no llega a ser utilizada, son las pérdidas de transformación y es la diferencia entre energía primaria y la final. La intensidad energética es una forma de cuantificar la efectividad de las políticas de eficiencia energética. La ruta de las energías de origen fósil es mucho más larga que la de las energías de origen renovable siendo estas últimas mucho más eficaces. Las tendencias en el consumo de la energía es a crecer en los sectores transporte y en los hogares y servicios y a mantenerse en el sector industrial.
Si queremos reducir el consumo tenemos que reducir la demanda (ahorro) y mejorar el rendimiento (eficiencia). Algunas medidas de ahorro pueden ser la utilización del transporte público, evitar las pérdidas de calor en el hogar, aprovechamiento de la luz natural. Por otro lado las medidas para mejorar el rendimiento de las tecnologías utilizadas pueden ser utilización de dispositivos que eviten el consumo en modo
espera, fuentes de luz de menor demanda eléctrica para la misma emisión lumínica, etc.
En la segunda parte de la comunicación Bernando Parajó introdujo las distintas tecnologías renovables como son la energía solar, hidraúlica, eólica... Las formas constructivas como grandes superficies acristaladas al sur, elementos de protección como aislamientos, persianas etc, árboles de hoja caduca, favorecen el mejor aprovechamiento de la energía procedente del Sol.
Los aprovechamientos activos de la energía solar son la fototérmica (para producción de agua caliente sanitaria, calentamiento de agua de piscinas...); fotovoltaico y termoeléctrica (para producir energía eléctrica). El ponente nos propone la siguiente reflexión: el Sol es la única fuente de energía segura para los próximos 6.000 años (recibimos del Sol 4.000 veces más energía de la que consumimos).
Respeto a la energía eólica el ponente nos explica como los incentivos dinamizaron la madurez tecnológica, las inversiones, la investigación e incluso el resto de los costos de producción y explotación hasta el punto de que hoy no sólo no necesitan subvenciones sino que producen recursos económicos suficientes.
La biomasa sólida tiene sentido si se están aprovechando residuos de podas, o de procesos industriales. El biodiésel puede emplearse al 100% puro en la práctica totalidad de los coches modernos.
La energía del mar comprende la de las olas o undimotriz, y la de las mareas o mareomotriz. Para aprovechar esta energía y convertirla en electricidad, existen multitud de dispositivos como el Pelamis, y esta variedad de artilugios es un indicador de que la tecnología todavía no está madura. Países como Irlanda del Norte apuntan por la tecnología de aprovechamiento de la energía de las mareas.
Uno de los grandes problemas de la generación de la energía eléctrica es que no se consume directamente allí donde se produce con lo cual las pérdidas por distribución pueden llegar hasta el 14%. El proposito de la generación distribuida es generar la energía e incorporarla toda en un sistema único y gestionado de manera centralizada muy cerca de los centros de consumo. Esto requiere de la coordinacion del sistema y de la regulación legal de todos los factores que están implicados. Existe una necesidad de poner en práctica las tecnologías de almacenamiento de energía ya que por ejemplo no siempre tenemos disponible energía procedente de las renovables y por el contrario los usuarios consumen cuando lo necesitan.
El verdadero devorador de energía es el sector transporte y sobre todo el uso del vehículo personal (del 39% del consumo de energía final en el tranporte, el 50% corresponde al coche particular). Para la reducción del impacto ambiental de este sector se proponen cambios modales (planificación urbana sostenible, infraestructuras de uso restringido o limitado...), medios más eficientes (normativas más restrictivas, renovación del parque, mantenimiento eficaz...) y un uso más racional de los medios (comunicación y sensibilización social, conducción eficiente...).
El transporte aéreo sufrirá grandes modificaciones en las próximas décadas en el campo de la utilización de otro tipo de combustibles y ya volaron dos Jumbos con biocombustible producido a partir de un cultivo energético denominado Jatropha.