Sobre una pregunta sobre la Astenosfera, aprovechó para poner el acento de la complejidad del conocimiento científico en las fronteras. Indicó que este concepto aparece en relación a la discusión de la hipótesis de la Deriva continental en 1914. La baja velocidad sísmica detectada entre 100 y 250 km de profundidad en determinadas zonas, llevó a Hess a extrapolar estas observaciones locales a toda la Tierra, sin datos, lo que calificó cómo lo que nunca debe hacer un científico. Por esa extensión global, el concepto de la Astenosfera no es válido en la actualidad, porque en la última década quedó contestado que esa zona de baja velocidad sísmica no es continua. Se sabe que en determinadas zonas el manto superior es plástico. En otras zonas como en la Península Escandinava donde se da por comprobada la Isostasia, el manto es rígido hasta los 300 km como en los cratóns.
Al responder sobre lo que pasa con Orión, comentó lo difícil que nos resulta asumir que un planeta pueda moverse en la Vía Láctea como lo hacen las estrellas, sin la influencia gravitatoria de una estrella, para hacer referencia a las dificultades que supone para la enseñanza y aprendizaje de la ciencia de las cuestiones de tipo cultural como es el caso de haber asumido que a todos los planetas les pasa como al nuestro. Sobre la sorpresa que manifestó el auditorio, expresó que desde su punto de vista es bueno que el profesorado de ciencias se sorprenda y cuestiónase que la seguridad tenga que ser un importante atributo de los profesores, indicando que esta asignatura tiene que suponer al profesorado inseguridad y necesidad de estudio.
Sobre preguntas relativas a la morfología de Marte, contestó que lo que más preocupa es la existencia de agua, por lo que puede suponer de probabilidad de encontrar células tipo bacterias. Propone el debate entonces de sí el agua es el único medio en el que puede haber vida. Sobre esas fotos de relieve de Marte, además de la presencia de agua sobre su superficie en el pasado, concluye la presencia de un vulcanismo de hace unos dos millones de años, lo que supone en el pasado de Marte actividad volcánica y tectónica.
Sobre una vida que precisa de medio acuoso, como la actual de la Tierra, la vida en la Tierra no podrá existir más allá de 2000 millones de años, porque a medida que el sol camine hacia gigante rubia, el calor será tal que la Tierra evolucionará cara una situación como la de Venus, sin agua líquida por el calor, y por tanto no será posible la vida y la atmósfera se volvera densa y rica en dióxido de carbono. Por tanto, el cambio climático de naturaleza antropogénica estaría acelerando este proceso.
En definitiva, este tercer documental, acaba de resumir una sesión magistral, donde a través del conocimiento del Cosmos, el profesor Anguita situó el problema ecológico en la Tierra con un análisis comparativo con el pasado, presente y futuro de los astros que nos son conocidos y que hemos estudiado, haciendo hincapié en el que vale la pena seguir estudiando y en las lecciones que ya tenemos aprendidas y que tenemos que aplicar para conservar la salud de nuestro planeta.