La extensión de los contenidos tratados quedan recogidos en tres documentales. Ya está pubilicado en Climántica TV el primer documental de estos tres. En él se recoge a modo de introducción, un resumen del contenido del seminario.
A continuación defendió un hilo conductor para la materia de Ciencias para el Mundo Contemporáneo, que partiendo del cosmos, permita abordar la problemática ambiental centrada en el cambio climático. El hilo conductor fue:
Universo --> Galaxias --> Estrellas Planetas --> Tierra --> Homo sapiens
Sobre la capacidad de modificación del Homo sapiens del medio, propuso un paso en orden inverso, advirtiendo del riesgo de la visión antropocéntrica del enfoque:
Homo sapiens --> Tierra (cambio climático de origen antropogénico)
Partiendo del Big Bang llegó, siguiendo el hilo conductor a la formación de planetas, reflexionando sobre la formación de atmósferas e hidrosferas oceánicas en las supertierras, proponiendo el debate de sí el agua es necesaria para la vida, y de si en un planeta supertierra oceánica puede desarrollarse una civilización tecnológica, haciendo hincapié que esta pregunta era la llave de Astrobiología, sobre lo que advirtió de la controversia de este ámbito de conocimiento, al no tener pruebas ni datos sobre lo que postula.
Situándose en la aparición de la vida de la Tierra en su origen en base las formaciones de bandas ricas en 12C y pobres en 13C (ligado a ambientes orgánicos) en las rocas más antiguas de la Tierra (4 109 años) formadas en contexto oceánico en Groenlandia, hace la reflexión sobre la capacidad de la vida de aparecer cuándo se estaba formando la Tierra. También habló de los indicios de que en estos momentos ya había funcionado la tectónica de placas, relacionando este hecho, con su influencia sobre la evolución de la vida, por cuanto que facilitaría un cambio de nichos ecológicos y hábitats.
Sobre esta situación propuso se podría estar pasando lo mismo en los planetas vecinos Venus y Marte. En Marte situó muestras de huellas morfológicas que sugerían la presencia de agua. En *enus también mencionó que la proporción de deuterio en la atmósfera sugiere la posibilidad de la presencia de agua, por lo que hace unos 4.000 millones de años podría estar dándose en los dos planetas la vida. En cuanto a la existencia de tectónica de placas, indicó que las huellas de la superficie eran más sugerentes cara el modelo en Marte que en Venus. También hizo hincapié en la importancia del agua en el satélite de Jupiter Europa, por disponer de una capa de hielo de 100km de profundidad, lo que supone la mayor reserva de agua del sistema solar. Si sobre esta capa se sitúan volcanes, el calor podría derretir el hielo, lo que posibilitaría la posibilidad de existencia de vida ligada a esa energía térmica y desvinculada de la energía solar. Por eso, concluyó que ese satélite, que ya tuvo una visita, merecería una segunda visita.
Con este razonamiento, abordó una aproximación planetaria al problema ecológico situando cambios climáticos de envergadura en los dos planetas vecinos cuándo se originó la vida en la Tierra. Sobre esta circunstancia, situó la enorme dificultad que parece suponer que pueda mantenerse una estabilidad climática en la Tierra que permita la sosteibilidad de la vida, posibilitando la reflexión sobre la importancia de que el uso de combustibles fósiles pueda estar afectando a esa estabilidad.
En definitiva, una propuesta magistral y de gran utilidad para la labor cotidiana del profesorado de CCMC que le permite acercar la complejidad, dificultad, amplitud y controversia de la investigación del cosmos para entender la formación de la Tierra desde el Big Bang. Este enfoque no solo le da más significatividad a la compresión de la investigación del cosmos, sino que también le aporta un valor añadido transversal que posibilita la sensibilización ambiental.