En esta segunda ciudad también desarrollaron cuatro talleres de formación científica en la Universidad de Aveiro, navegaron por la ría de Aveiro en tres barcos moliceiros e interpretaron canciones en gallego y en portugués para celebrar así las Letras gallegas.
Las actividades del simposio escolar en Lisboa se centraron en dos sedes. La primera de ellas fue el Instituto Español Giner de los Ríos. Allí se desarrollaron dos actividades para hacer llegar los contenidos del proyecto a los alumnos portugueses: una conferencia sobre cambio climático y demostraciones prácticas y simulaciones desenvueltas por los alumnos gallegos.
Estos, apoyándose en simulaciones y demostraciones prácticas, le enseñaron a los alumnos portugueses porque al derreterse el hielo de la Antártida sube el nivel del mar, calcularon también la subida de temperatura por efecto invernadero, provocaron una estratificación térmica para simular el proceso de laminación del océano que provoca la merma de la productividad. También identificaron el dióxido de carbono mediante lo cambio de pH detectando por un colorante que cambia de color con el cambio de pH. De este modo se demostró la acidificación del océano. Los alumnos portugueses preguntaron y participaron activamente en estos procesos de aprendizaje mediados y facilitados por iguales.
Para la presentación de investigaciones escolares,el simposio cambió de sede para el Centro Gallego de Lisboa.
Allí, en el auditorio Alvaro Cunqueiro, se proyectaron los vídeos que explicaron a la comunidad educativa portuguesa las investigaciones sobre los impactos del cambio climático sobre los bivalvos de Testal, la lamprea del Tambre, el cultivo de mejillones en las bateas de Boiro, la biodiversidad de los ríos Rois y Sarela y de las Gándaras de Budiño.
El primero simposio escolar de Lisboa se completó con itinerarios diseñados para estudio de la ocupación integral del territorio en la ciudad de Lisboa, analizando su evolución histórica y se comparó con la de la villa medieval de Óbidos, que conserva su organización medieval, dejando huellas de las estrategias de adaptación al clima en esa época medieval.
Estas actividades se completaron con otras lúdicas, culturales y de convivencia, entre las que destacaron el baño en la playa de Oeiras o la participación en el desfile de la Máscara Ibérica en el que participaron los disfraces de Carnaval más populares de España y de Portugal.