Al llegar a Izaña recibió a los alumnos gallegos y canarios Rubén del Campo observador meteorológico del centro. Este investigador impartió una charla coloquio en la que empezó situando el centro a una altitud de 2371 m orientado en la cara Norte del Teide, en la que se frenan los vientos alisios. Explicó que el anticiclón como lo que se estaba viviendo ese día hace descender aire frío y denso, haciendo que se humedece en esas nubes que cobren la zona Norte de isla. Por eso encima de las nubes queda aire seco y muy limpio.
Rubén del Campo destacó que allí el clima era subtropical con veranos muy secos y que el centro tenía una situación estratégica, lo que facilita entre otras cosas que no exista el efecto de isla de calor, lo que hace que el dato de aumento de un grado de temperatura media nos últimos 100 años sea muy significativa. Señaló también que el centro es un observatorio global de ozono, de gases invernaderos, de radiación y de aerosoles. El Instituto Atmosférico de Izaña es un centro de desarrollo medioambiental y proyectos de investigación de ámbito internacional.
Remarcó que el principal objetivo del centro era medir para obtener datos que alimentan modelos climáticos, apuntando que en el mundo hace poco más de 30 centros de esta naturaleza situados en sitios remotos en las que la influencia antrópica sea mínima. Otras medidas que alimentan los modelos climáticos son los gases invernadero (CO2, CH4 N20). Junto con estos datos, también hacen observaciones de carácter fonológico para ver cómo se ven afectadas por el cambio climático las especies tan adaptadas a las condiciones climáticas y de altitud
Una vez finalizada la conferencia, los alumnos se dividieron en grupos para visitar las instalaciones y analizar in situ la toma de datos. Visitaron en el exterior a diversidad de instrumentos de medida meteorológica (diferentes anemómetros, pluviómetros, heliómetros, termómetros, un stand meteorológico, etc.).
Luego pasaron a la azotea donde tienen los dispositivos de medición de la radiación y de medida de aerosoles, con equipos de Suiza, Francia, la NASA y del propio centro. Allí visualizaron la calima con aerosoles procedentes de África, y reflexionaron sobre el hecho de que no habían pasado de determinada altura, al estar frenazo su ascenso por la inversión térmica.
Por último visitaron los laboratorios donde se obtienen los datos relativos a los componentes químicos de la atmósfera y se monitorizan para estudiar los gases emitidos. Las explicaciones se centraron sobre todo en el proceso de medición del dióxido de carbono, aunque también tuvieron ocasión de ver cómo se miden otros gases invernadero como el metano o el N2O.
Por la tarde, al bajar del Teide, visitaron el pueblo de Icod, donde comieron y luego tuvieron ocasión de visualizar el drago milenario y se informaron del proceso de recuperación que se llevó en las últimas décadas.
La jornada finalizó con la visita del pueblo de Garachico, donde analizaron el roque como elemento geomorfológico. También tuvieron ocasión de visualizar las huellas históricas de las coladas consolidadas en el relieve que rodea al pueblo como manifestaciones visuales del riesgo volcánico siguiendo la morfología de la colada que inicios de siglo XVIII dejó enterrado el pueblo y su puerto.