Puede verse en
Climántica TV un
documental resumen de la conferencia que
impartió el 14 de marzo en las jornadas correspondientes a la
unidad 2 de Climántica, el profesor de
Ingeniería industrial de la Universidad de
Vigo y director de la Agencia Energética de Vigo, Bernardo Parajó. Su
presentación está en el apartado
de
Biblioteca.
El profesor
Parajó introdujo el tema apoyándose en los conceptos de
ruta energética, energía primaria y final, haciendo hincapié en que
cada proceso de transformación se
pierde más de un tercio. También
situó la problemática energética sobre la inestabilidad socio política
que supone que unos países tengan la
energía primaria y otros la
energía final.
Desde este enfoque abordó la situación energética actual, indicando que
las energías finales más utilizables son la
electricidad y los
combustibles fósiles
derivados del petróleo. Sobre el
comportamiento
del
consumo de la industria, apostó por un
estancamento en los niveles
de consumo, como consecuencia del control de emisiones y regulaciones
de
eficiencia y ahorro derivadas de la gestión económica racional. Pero
previno un aumento debido al
transporte y un aumento aun más grande en
los sectores
doméstico y terciario, sobre los que
argumentó que no
cabe el control económico racional y solo se puede solucionar con
educación ambiental.
En esta extrapolación de la situación energética actual cara el futuro,
se refirió también a la superación de los niveles de consumo de
petróleo a los niveles de extracción desde los años ochenta del siglo
pasado, y comentó la preocupación que existe porque no dispongamos de
petróleo sobre el año 2020. Sobre el
gas natural hizo previsiones
semejantes. Las previsiones más optimistas sobre la duración del
recurso fósil fueron para el carbón, pero lo catalogó como el
más contaminante. Segun esta visión de
limitación y habida cuenta de que
estos combustibles fósiles son los responsables de más del 80% del
actual cambio climático, concluyó la necesidad de recurrir a otras
fuentes de energía.
Respeto de la opción de potenciar la
energía nuclear hizo reflexiones
muy interesantes sobre los ciclos de vida, partiendo del dato de que el
período de vida útil de los
reactores es de 40 años, por lo que
concluyó que los actuales ya estaban amortizados. A continuación aportó
el dato de que tenemos reservas de uranio para unos 20 años, por lo que
los nuevos reactores funcionarían durante la mitad de su vida útil.
Otro dato que presentó como limitación de esta energía para hacer
frente al cambio climático es que la necesidad de nuevas centrales para
sustituir las térmicas es de 14 centrales nucleares por año, cuándo el
crecimiento que estamos a vivir es de 3 nuevas por año, con los
problemas ambientales de
residuos que ya tienen asociadas. Sobre la
alternativa del Plutonio, con más vida media y posibilidad de obtenerlo
desde el uranio usado, señaló los problemas de explosiones como la de
Chernóbil.
Sobre esta panorámica se decantó por las
renovables, como opción más
sensata para hacer frente al cambio climático, pero hizo constar que
en la actualidad carecemos de desarrollo tecnológico suficiente, por lo
que demandó más I+D+i para desarrollarlo. Destacó sobre todo como de
más potencial la
fotovoltaica,
solar térmica y
eólica, mientras que la
hidráulica a pesar de estar más madura a
nivel tecnológico, tiene muy
limitado el avance en el contexto de cambio climático. También augurou
un futuro poco prometedor para los
biocombustibles, tanto a nivel de
biodiésel (de especies oleaginosas) como de biotenal (de cereales). Por
último previno un crecimiento para la
geotérmica y para la
maremotriz
aunque mucho menor.
En el marco de esta línea discursiva, entró de pleno en la última parte
nuclear de su conferencia: el futuro del
hidrógeno. Empezó destacando el
elevado aprovechamiento que puede tener la obtención de electricidad
desde el hidrógeno, ya que puede permitir conseguir rendimientos entre
el 50% y el 70%. También indicó que había que tener presente que el
hidrógeno es un vector, no una fuente de energía, por lo que su papel
clave en la sociedad del cambio climático, estará en ocupar el papel de
los derivados del petróleo, convirtiéndose así en el combustible con
más previsiones de futuro para sustituir a los derivados del petróleo
en el transporte. Dijo que este relevo pode hacerlo de dos formas, en
motores de combustión interna o en
pilas de combustible en las que la
rección con el oxígeno deja por residuo vapor de agua. Pero también
hizo la observación que para obtenerlo require de electricidad y si
esta procede de combustibles fósiles o de energía nuclear, no será la
energía limpia que ambicionamos. Por eso se decantó por
obtenerlo a partir de energía fotovoltaica o eólica, advirtiendo que de
momento obtenerla así de pozo a depósito es muy costoso. Sin embargo
previno que en un plazo de 15 o 20 años podría ser una
realidad que ocupara el hueco de los
actuales combustibles derivados del
petróleo, y en base a este dato justificó el hecho de que todos los
fabricantes de coches tuvieran ya prototipos de hidrógeno.
En definitiva, una conferencia magistral de un experto en energía que
nos centró muy bien la relación de la energía con el cambio climático,
situando sobre él el futuro del hidrógeno en la línea de análisis de la
energía primaria a la final.