Desarrollo y cambio climático

El aumento de emisiones de dióxido de carbono en el momento actual, está unido a la obtención de energía, y las necesidades energéticas van en aumento, debido a que la población mundial está experimentando un vertiginoso incremento. En 12 años aumentó en más de 1000 millones de habitantes. Las regiones del mundo donde el crecimiento es más acelerado son África, Asia y en menor medida América Latina, que se corresponden con países más pobres.

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En la cumbre mundial del clima que se clausuró en Nairobi (Kenia) el 17 de noviembre de 2006, el Secretario General de la ONU, recalcó que es urgente un plan para prevenir las cosecuencias del cambio climático, sobre todo en el continente africano "porque el cambio climático tendrá consecuencias desproporcionadas para los pobres" haciendo la advertencia de que "estamos alcanzando una situación sin retorno".

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En esta cumbre se avanzó en la adaptación al cambio climático, mediante el desarrollo de un Fondo de Adaptación acordado años atrás, y que debe de ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a las consecuencias presentes y futura del cambio climático.

Otra noticia positiva de la cumbre fue el éxito de la propuesta de Brasil para premiar incentivos positivos con el fin de reducir la deforestación en los países en desarrollo. Hasta el momento sólo se premiaban las actividades de reforestación. La importancia de tener en cuenta este aspecto, tiene mucho que ver con que la deforestación no sólamente produce grandes emisiones de CO2, sino que también perjudica gravemente a las economías de las zonas y a la biodiversidad.

Los estados industrializados producen la mitad de las emisiones de dióxido de carbono del planeta; la otra mitad se produce en los estados en vías de desarrollo y en los de la extinta Unión Soviética. La tendencia al aumento es una constante en todos los países. La búsqueda de una igualdad justa entre los estados, implica una tendencia mayor al aumento en los países en desarrollo.

Palacio de agua de Kioto, símbolo de una ciudad que es un ejemplo de harmonía entre el ser humano (la construcción) y la naturaleza (el agua y los árboles)

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En 1997, en la ciudad japonesa de Kioto, los países desarrollados se comprometieron a reducir las emisiones de los gases causantes del efecto invernadero. No obstante quedarán liberados de este compromiso los estados pobres. El porcentaje global comprometido por el conjunto de los estados desarrollados es de 5.2% respecto de los niveles medidos en 1990, aunque la cuota particular de reducción que corresponde a cada país varía dependiendo de cuanto contaminó en el pasado.

En Nairobi se empezó a abordar cómo introducir a los países pobres, sin frenar sus posibilidades de desarrollo económico, toda vez que las potencias emergentes como China y la India, no se incorporaron a la revolución industrial. Estas necesidades de desarrollo industrial en los estados más pobres que comprenden del orden del 80% de la población mundial, dificulta que se pueda alcanzar el objetivo de mantener constantes los niveles actuales de las emisiones de dióxido de carbono dentro de los próximos 50 años, las emisiones de los países pobres ni siquiera podrían duplicarse, suponiendo siempre que los países industrializados consigan una importante reducción, que estaría en la línea del objetivo comunicado por el Primer Ministro británico Tony Blair, de reducir el 60% de las emisiones, lo que llevaría a que las emisiones de EEUU, que actualmente representan casi cinco veces la media mundial, pasarían a representar el doble en el año 2056.